Conocemos un poco mas a la buena de Ulrika. Es un pequeño relato que había escrito para un concurso pero que al final no presentare. La Emperatriz sigue buscando su venganza contra los arcontes que tiempo atrás la hicieron la vida un poco imposible. Espero que os guste.
"Su buen humor acabo cuando abandono el calor de la
estructura cubierta y salió al exterior. Caía una intensa cortina de agua que
empapó a la eldar sin ni siquiera avanzar 10 metros.
Ulrika maldijo a los dioses, a sus antepasados y a
si misma al no hacer caso a Sylvana que la aviso del riesgo de abundantes
precipitaciones. Se deprimió al notar como su pelo como siempre brillantemente
elaborado en un bonito peinado se había deshecho. Se quitó todas las horquillas
y ganchos que sujetaban su pelo hasta que cayó por toda la espalda hasta la
altura de sus tobillos.
-Llueve... Y hace frio- dijo por el comunicador
mientras se arrebujaba buscando el calor de su ya empapada capa.
-Estamos tres niveles por detrás tuyo, Ulrika,
aunque aún hay serpientes en el nido. Al parecer no los mataste a todos...Si
nos esperas te damos ropa seca-
-Bueno... No me recrimines. Lo he hecho para que disfrutéis
un rato.- Ulrika corría dando agiles y cortitos saltitos para acelerar sus
movimientos, mojarse lo menos posible y mantener la temperatura de su
cuerpo.-Sigo avanzando-
La noche cerrada no impedía ver a Ulrika donde se
encontraba. Un amplio pasillo excelentemente pavimentado en medio de dos
muretes fortificados. Había pequeños escondrijos. Sonrió y redujo la velocidad
desenvainando una de sus dagas.
-¿Dónde estás, niña bonita?. Muéstrame por última
vez tu rostro perfecto antes de que te lo destroce con mis fieros cuchillos-
cantaba Ulrika, de forma desafinada, el último éxito de su grupo musical
favorito mientras avanzaba silenciosa.
-Deja de cantar. Nos destrozas los oídos- se oyó
por el comunicador.
-No sabéis apreciar el arte-respondió Ulrika
lastimosa.
Llego al primer hueco. Su habitante no tuvo tiempo
de reaccionar. Una de las dagas de Ulrika se clavó en su cuello matándolo en el
acto.
-Así se cazan a las serpientes.- Ulrika hablaba
sola.-siendo aún más rápidas que ellas-
Otro eldar intento atacarla por detrás. Ulrika
esquivo su ataque de forma elegante y le
golpeo con el codo en el rostro terminando con su baile poniéndose detrás de
él. Le agarro del pelo y alzándole la cabeza
lo degolló sin esfuerzo.
Se excito al
olfatear la sangre.
Descubierta la estratagema los eldars salieron de
sus escondrijos e hicieron piña lanzándose a la vez contra su enemigo.
Hubo una vez que las alabardas de energía eran
temidas por los enemigos de Jelena. Era como una picadura de víbora letal y
precisa pero muy dolorosa y mortal. Pero eso era hace tiempo... Un tiempo ya
muy lejano.
Con un fino gesto Ulrika esquivo el ataque del
primer rival fintando con su cuerpo hacia la derecha de su enemigo. Se encontró
con dos eldars en dirección hacia ella. Con rapidez Ulrika desenvaino su otra
arma y lanzo dos estocadas aleatorias. El primero rechazo su ataque con un giro
de alabarda mientras impactaba en el segundo en el pecho atravesándolo como si
fuera una fruta madura. Guardo la daga que le quedaba y tras volver a fintar le
gano la espalda al que había sobrevivido. Le empujo con el hombro haciéndole
trastabillar y soltar su arma. Otros dos la flanquearon intentando pillarla
desprevenida pero Ulrika volvió a esquivar sus letales estoques.
No tuvo suerte con el siguiente y recibió un
impacto en el hombro que le causó una herida profunda y obligándola a recular
hacia atrás esquivando con esfuerzo los enemigos que salían a su encuentro.
Miro con rabia al que le había herido a la par que
se regeneraba de la herida. Volvió a esquivar felinamente los ataques de las
armas saltando de un lado a otro y fintando aprovechándose de su cuerpo ágil y
menudo.
Los eldars se reagruparon. Ulrika desenredo las
cadenas de sus brazos
-Odio la lluvia. No tengo tiempo de entreteneros
con mi arte... Ahora vais a conocer porque me llaman Hellishstorm, amiguetes-
El baile fue letal. El movimiento de sus
brazos era tan rápido que sus flagelos
impactaban a sus enemigos sin darles tiempo a reaccionar.
Solo quedo Ulrika en pie. Los múltiples impactos habían
destrozado a los eldars descuartizándolos y reduciéndolos a irreconocibles
pedazos de carne. Recogió su daga del cadáver que había atacado antes.
-Sigo adelante... Odio la lluvia. Estoy empapada-
dijo por el comunicador. No recibió respuesta.
Los rayos iluminaban momentáneamente el camino que seguía Ulrika. Los eldars salían
de todos los rincones, escondidos como serpientes pero la pelo verde más rápida
esquivaba y mataba buscando placer en el dolor tanto propio como ajeno.
Degollaba y destripaba con facilidad pasmosa. Esquivaba las alabardas y seguía
corriendo alimentándose de su dolor si era herida y de las frustraciones del
enemigo por no poder derrotarla. Así se hacía más fuerte y poderosa. Disfrutaba
del momento aunque la lluvia se lo estaba fastidiando.
Cientos de eldars, hombres y mujeres, luchaban su último
combate para evitar el exterminio de su cábala esforzándose en frenar al felino
intruso. Ulrika se excitaba con el dolor que recibía con cada herida, con el
dolor que causaba con su arte letal y perfecto. Su cuerpo descontrolado alcanzo
un placentero orgasmo cuando la acribillaron en la distancia con una andanada
de rifles cristalinos. Cayo inerte al suelo...
Por unos instantes los eldars disfrutaban la
victoria. Solo por unos instantes... Ulrika se incorporó y se sentó mirando el
ambiente con una sonrisa inocente. Su entrepierna estaba literalmente empapada.
Había sido muy gratificante y sexual para ella y deseo tener varias de esas
sensaciones tan placenteras antes de terminar su trabajo.
Volvió a la carga otra vez. Su baile letal siempre
era distinto. Al que esquivaba lo dejaba allí. Nunca miraba atrás.
Otra herida. Otro gemido de placer. Sus ojos verdes
se posaron en los negros de su rival. Ulrika sonrió y lo decapito de un golpe.
Se arrancó la daga y la arrojó al suelo. Su cuerpo se apresuró a cerrar la
herida.
Seguía corriendo y matando con mimo y arte. Los
defensores espantados se reagrupaban buscando fuerza en el número. Era inútil...
Nada podía frenar a Ulrika. La pelo verde era un dios buscando venganza, un
avatar imparable e invencible que encontraba en el dolor el licor con el que
apagaba su eterna sed.
-Hazme gemir como tú sabes, perrito, complace con
tu extenuante dolor a tu poderosa ama y llévala al orgasmo más excitante, como
solo tú sabes hacerlo- cantaba Ulrika divertida mientras destripaba a un
guerrero de cábala y después le decapitaba. Su bello rostro se manchó aun con más
sangre-"lethal syster" tiene letras muy buenas...-
Dejo de llover con intensidad. Ulrika lo agradeció.
Se atuso su empapado y apelmazado pelo verde. Se miró desdeñosa. Había perdido
su capa. Su jubón rosa oscuro estaba prácticamente destrozado dejando entrever
su piel pálida e incluso uno de sus turgentes pechos. Estaba empapada en sangre
tanto suya como de sus enemigos.
No estaba para nada presentable para encontrarse
con el arconte Jelena Tyroch. Aun así bajo las escaleras que la llevaban al
patio delante de la última estructura metálica.
Al llegar al patio iluminado por multitud de
antorchas, más miembros de la serpiente enroscada salieron a su encuentro con
sus alabardas en mano dispuestas a defender a su arconte.
Jelena bajaba por la escalera con tranquilidad. Vestía
de forma elegante con los colores oscuros de su cábala. Portaba en su cintura
su legendaria espada corta "Dominica". Se protegía del frio con una
gruesa capa hecha con pieles de animales. Su piel más oscura que la de Ulrika
debido a los dos soles que gobernaban los cielos. Su pelo largo y oscuro
recogido en una trenza de guerra.
A Ulrika no le pareció tan atractiva como le pareció
a su padre tiempo atrás cuando ella era apenas una criaja.
-¿Qué vienes a hacer aquí, perra pelo verde?- escupió
Jelena.
-Pues empezamos bien... Ni una copa, ni ropa seca,
ni siquiera el calor de una buena lumbre... Que mal anfitriona eres-
-No querrás que te dé de comer cuando has venido a
matarme- respondió fría Jelena.
-No te tomes de una forma tan drástica lo de que te
voy a matar... Es cierto que lo hare pero no tan pronto. ¿Por qué no cambiamos
antes impresiones?. Hablamos de mujer a mujer... Una buena copa siempre anima
una buena conversación.-
-Tú eres boba... Cambiar impresiones contigo. Somos
enemigas no amigas...-
-Pero... Tiempo atrás no te importaba cambiar
impresiones y algo más conmigo- Ulrika la miro divertida mientras de forma
sensual se tocaba su pecho descubierto.
Jelena recordó tiempos pasados y se estremeció. Recordó
las veces que había poseído a la que iba a ser su verdugo. Las veces que había
gozado de su cuerpo. El gran placer que le daba cuando la sometía a su
voluntad. Todo eso quedaba ya muy lejos. Ahora había otro depredador más
poderoso y tenía hambre de sangre y sed de venganza.
-Veo que aun te excito de forma poderosa...-Ulrika rio
abiertamente ante el comentario - Lastima que ahora mi cuerpo tenga dueño...- volvió
a reír.
-Deja de soñar pequeña perra... Mi deseo por ti
hace tiempo que murió. Si es que alguna vez existió...-
-Jajajaja-Ulrika seguía riendo. Se cruzó de brazos
-He mejorado físicamente. Estoy mucho más apetecible que antes. Mira que perfil
tengo y que cintura... ¿Y mis piernas perfectas? Ya no soy una pequeñaja. Ahora
soy más atractiva- volvió a provocar a Jelena con un sensual guiño de ojo- Por
cierto... Y cambiando de tema. ¿Qué tal tus hijas?-
-No te las voy a ofrecer para salvar mi vida- sonrió
Jelena.
-Como nos ponemos... Solo preguntaba por ellas. No
las quiero. Esclavas no me faltan en la nave. No me interesan. No serían
capaces de complacerme salvo con su muerte dolorosa. Mi pregunta es, querida
amiga ¿Vas a morir tu antes que tus hijas?- la mirada fría de la pelo verde se centró
en Jelena.
Por primera vez en su vida Jelena sintió terror y
deseó huir del lugar. Ulrika era como una sierpe moviéndose de un lado a otro
antes de morder. Hipnotizando a su víctima.
Sus gestos y tocamientos sensuales la habían por un
instante despistado. Ulrika esperaba darla el golpe letal. Esperaba con tranquilidad
el momento. El mismo sistema que usaba ella tiempo atrás lo estaba usando la pelo
verde con éxito.
- Aunque... Creo que antes he de poner fin a lo que
te queda de cábala- Ulrika estaba risueña
Con parsimonia Ulrika se lanzó a la carga. Los
eldars reaccionaron rápido. Las alabardas atravesaron el cuerpo de la bruja que
volvió a mojar su entrepierna lanzando un grito de placer. Ulrika había llegado
al máximo. Las heridas que le producían
la proporcionaban multitud de orgasmos que la llevaban al éxtasis. Lanzaba
pequeños ladridos lujuriosos mientras destripaba y desmembraba con facilidad
apabullante. Un calor agradable recorría su cuerpo muy sensibilizado por los
acontecimientos. Volvió a alcanzar otra
vez el clímax. Su piel se erizo y un escalofrió la recorrió entera.
La matanza no duro mucho. Solo quedo una eldar
joven encarada hacia Ulrika mirándola con odio.
-Defiéndeme- dijo Jelena. -Da tu vida por mí y por
la cábala.
-¿Quieres ver quién es su ama ahora?- sonrió
Ulrika arrojando sus dagas al suelo
indiferente.
Se acercó a la muchacha que sujeto con firmeza la
alabarda y apretó los dientes. Su coleta larga y rubia se movió conforme se
puso a la defensiva.
Ulrika se puso a su altura y la cogió por la
cintura con suavidad. Acerco su boca a la de ella y descargo en ella su pasión.
Fue inmediatamente correspondida. Sus lenguas ensalivadas empezaron a jugar
entrando y saliendo de sus bocas de forma lasciva. Las manos de Ulrika iban
subiendo por la espalda. La muchacha soltó la alabarda y se quedó quieta dejándose
hacer y soltando pequeños gemidos producidos por el buen hacer de Ulrika que
coloco con suavidad una de sus manos en su cuello apretándola contra ella
haciendo el beso más profundo.
Los besos fueron cada vez más fogosos y pasionales.
La muchachita estaba casi a punto de alcanzar un orgasmo. Ulrika sabia donde
tocar y apretar. La chiquilla no dejaba de gemir. Las piernas le temblaban.
Justo en ese momento de mayor placer y
con un simple movimiento Ulrika la rompió el cuello. El cuerpo cayó al suelo inerte
con los ojos abiertos en expresión de sorpresa.
-Habría sido una gran amante. Habría disfrutado
mucho con ella en mi cama... Es una autentica lastima.- dijo sin sentir pena.
Los dos soles empezaron a salir por el horizonte
lejano. Uno por el este y otro por el
oeste dándole luz y vida al planeta. Ulrika contemplo el anaranjado amanecer, asombrada. Jamás había visto un amanecer tan
bonito. Su rostro ensangrentado se volvió a una aterrada Jelena. Hablo bajito
pero el arconte la escucho bien.
-Creo que este es
un momento idóneo para morir, Jelena. Invítame antes a una copa y
brindemos por tus éxitos y mi victoria. Disfruta de los últimos instantes de tu
vida con tus hijas. Cuando lo creas oportuno sal e intenta cambiar tu destino,
aunque creo que pronto tu deuda conmigo quedara saldada y podrás dormir en paz.
No tengo prisa por matarte. Yo te espero aquí sentada...-"
Espero que os guste para cualquier cosilla no dudéis en escribir. Gracias.
A la espera de terminar las reglas versión beta de mi "dungeon match". Pondré alguna fotillo cuando este también terminado